El día que nos quedamos esperando

Se vocea por lo pasillos: Acordaos, lunes a primera tenemos el examen. ¿Quién te ha dicho eso? La jefa de estudios, responde la misma voz femenina.
Y ahí estamos, a las 8 y media como unos clavos, esperando a que el Sustituto o Sustituta aparezca por la puerta y diga eso de: de uno en uno. Y que se escuche eso de:No hay sitios suficientes. Y que responda eso de: pues daos la vuelta. La gente se daría la vuelta y comenzaría el examen, sí, ese que iba a ser un viernes, y que después fue un lunes y que ahora parece que va a ser un miércoles, ese mismo examen del que Palomo dijo:Son preguntas de desarrollo, no muy largas, para escribir un poquito... Y soltó la puntilla:Para rellenar dos o tres folios. Humor avícola, humor con fiebre amarilla. Porque la realidad de todo esto, es que los perjudicados somos los mismos primarrones de siempre: los alumnos, ínclitos y obedientes, siempre a la espera de que el señor profesor dicte sentencia y todos los alabemos por su sapiencia, y su saber estar, y su decoro, incluso por su olor corporal.
Parece que ni siquiera ha hecho los exámenes, que están en su cabeza, en el recuerdo de aquel día que dijo:Por mis cojones, que yo me hago profesor. Y así fue, uno de esos profesores que no paran quietos, de esos que no se sientan ni para descansar después de las seis horas, más la guardia que han tenido que bregar con nosotros. Uno de esos profesores que siempre te quedará en la memoria porque hacía que la asignatura fuese necesaria casi para vivir, que hace enamorarte de lo que enseña y que lo hace con pasión, con toda la pasión del mundo. Un profesor como esos... sí...
PERO NO, la cosa no es así, si alguna vez tuvo ilusión, la perdió jugando al mus, o escuchando un fandango, o una bulería, o meándose en los pantalones porque ha tomado demasiados medios... Fue ese día, el mismo en el que odió a la raza humana, cuando se dio cuenta de que lo mejor era ser un ácaro del funcionariado, vivir adormilado en la silla y esperar a que el sueldo llegase a fin de mes... esa era la cuestión...sí...
CLARO QUE SÍ.

Y entonces te enteras de que la sustituta ha llegado, pero ha llegado tarde, y que tus compañeros y tú, que llevan algunos de ellos despiertos desde las cuatro de la madrugada para dar ese último repaso nervioso de café caliente, son los últimos en enterarse. No culpo esta vez a la directiva, parece raro, ¿eh? Si no al total descontrol por parte de quien sea, y tenernos allí puteados una hora, la primera, aburridos como putas ostras... Hasta que ha llegado ELLA y el sueño se ha borrado de un plumazo y elpeli ha sentido una cosa extraña por la entrepierna, y la doctora me ha insultado... Ha llegado ELLA, la de guardia, y se han perdido todas, absolutamente todas, las telarañas de la mente, y se fue Unamuno, y Lorca, y Machado, y Dadaísmo, todo, se ha ido todo, al mismísmo carajo.
ELLA NOS ILUMINA EL CAMINO, SIGÁMOSLA...mirando el culo...