Cuando llegas a una ciudad sin plano y pretendes encontrar algo que no sabes dónde está, lo más normal es que te pierdas. Pero si además, los otros también creen saber pero tampoco saben, todo se convierte en una especie de laberinto de no más de quinientos metros.
Nos hemos equivocados, JoseJose, espera que están preguntandoSí, señora, gracias. Que dice algo de la derecha y luego a la izquierda
Putas maletasY cuando crees que llevas el buen camino, te vuelves a equivocar, tienes que volver atrás y entras en una agencia de viajes.
Estaba buenísima y además muy simpática. Sí, sí, pero lo importante es que estaba buena. Además me ha impreso el mapa... pero parece este mapa tampoco sirve para nada. Das la vuelta y tienes que volver a preguntar. Calle Ángel Ganivet y ese viejo con sombrero, que no se espera que nadie lo asalte para preguntar tal obviedad, dice como si todos los del mundo fuesen de Granada: Sí, por allí y levanta el brazo... a la inmensidad. Nosotros le decimos la calle Ángel, pero es esa...creo. Me cago en la senectud.
Cuando por fin te lo encuentras, descubres que se puede fumar en las habitaciones y que, como dijo no sé quien había que comprar ambientador porque mi habitación huele a viejo, y yo así no puedo dormir, la que lo dijo esa noche durmió como un cervatillo asmático: borracha y roncando.
Pero la parada el Hostal Verónica- que más tiene nombre de pase torero o de puticlub barato (ya está, ya lo dije)- fue corta.
1 comentario:
k weeenoooo!!! jajaj toavia m toy riendo.Buff sk como cuando empiezas un libro interesante d intriga y no puedes parar de leer, o ves una peli y tas deseando k saken la otra...pos asi m siento yo, creo k todos, xk aunk seamos nosotros los k hemos vivio sta historia, me mola ke la estes contando y recordarla.Y ahora te das cuenta de lo k hay k disfrutar d las cosas y de los momentos.oooo k bonitoooo.a por otra?
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